Aniversario de una misión histórica
El largo viaje de 'Huygens': una odisea en el espacio
Vista aérea de Titán en el lugar del aterrizaje de 'Huygens' ESA
Se cumplen cinco años de su llegada a la luna Titán de Saturno
La sonda es el objeto que ha aterrizado más lejos de la Tierra
Hoy hace cinco años que la sonda 'Huygens' de la Agencia Espacial Europea (ESA) aterrizó en la luna Titán de Saturno, a 1.200 millones de kilómetros de la Tierra, tras un largo viaje de más de siete años. Desde entonces figura en el libro Guinness de los recórd por ser el objeto enviado más lejos de la Tierra. 'Huygens' sólo estuvo en activo cinco horas, pero fueron suficientes para conocer cómo era la superficie del satélite saturniano y comprobar que no había actividad eléctrica.
Para conmemorar el hito tecnológico que supuso su aterrizaje, los expertos de la y ESA implicados en la misión se han reunido en Barcelona, como homenaje al astrónomo catalán Josep Comas y Solà, quien descubrió la atmósfera de Titán a principios del siglo XX.
La sonda fue lanzada hacia Titán, junto con el orbitador 'Cassini', en 1997 y aterrizó en su destino el 14 de enero de 2005. Su objetivo era explorar la atmósfera y la superficie de la mayor luna de Saturno, si bien no se había garantizado que sobreviviera al impacto del aterrizaje. Bastaba con que llegara y, de hecho, sólo tenía batería para unas horas.
Sin embargo, y para sorpresa de todos los implicados, 'Cassini' pudo hacer su seguimiento durante tres horas, a las que se añadieron otras dos más desde Tierra. "Esas cinco horas, antes de que dejara de funcionar, fueron muy fructíferas. Envió 350 imágenes, prácticamente iguales, en las que se ve que cayó en un barrizal de metano. Y también se observa cómo el horizonte hierve, debido a la evaporación tras el contacto con el calor de la sonda".
Así lo recuerda José Juan López, astrónomo del Instituto de Astrofísica de Andalucía y responsable de la participación española en uno de los seis instrumentos que Huygens llevaba a bordo. "En concreto, se trataba del sistema PWA-HASI, para estudiar la estructura eléctrica de la atmósfera. Gracias a él, se descubrió que en Titán no hay ni relámpagos ni truenos; no había actividad eléctrica", explica el experto.
Un satélite parecido a la Tierra
La cuestión no es baladí. El interés en colocar una sonda en Titán se justificó en que es el astro dentro del Sistema Solar más parecido a la Tierra de hace 3.500 millones de años. Pero hay diferencias: recibe 100 veces menos energía del Sol, porque está mucho más lejos, y su estado nunca evolucionará.
"Aún así, es como ver la atmósfera terrestre del pasado. Queríamos saber si había actividad eléctrica porque puede ayudar a tener una química orgánica compleja, casi biológica, pero no la hay. Además, gracias a 'Huygens' conocimos la superficie, invisible a nuestros ojos porque su atmósfera es muy densa", comenta el astrónomo andaluz.
Durante la corta actividad de la sonda también se comprobó que había grandes concentraciones de metano en Titán, tras analizar el barro sobre el que aterrizó. 'Cassini' confirmó que existen lo que parecen lagos de este elemento líquido, y también una red fluvial. Pero, lo más importante, recuerda López, fue el hito tecnológico sin precedentes de enviar un objeto tan lejos de la Tierra.
En el encuentro de Barcelona no sólo se hace balance estos días de lo logrado, sino que también se plantearán propuestas nuevas sobre el envío de otra sonda a Titán o a Encélado, otra luna de Saturno; en este caso se diseñaría para que aterrizase y estuviera activa más tiempo. Pero no será a corto plazo. Ahora, la NASA y la ESA planean enviar sondas a otros satélites más cercanos, los de Júpiter.
El largo viaje de 'Huygens': una odisea en el espacio
Vista aérea de Titán en el lugar del aterrizaje de 'Huygens' ESA
Se cumplen cinco años de su llegada a la luna Titán de Saturno
La sonda es el objeto que ha aterrizado más lejos de la Tierra
Hoy hace cinco años que la sonda 'Huygens' de la Agencia Espacial Europea (ESA) aterrizó en la luna Titán de Saturno, a 1.200 millones de kilómetros de la Tierra, tras un largo viaje de más de siete años. Desde entonces figura en el libro Guinness de los recórd por ser el objeto enviado más lejos de la Tierra. 'Huygens' sólo estuvo en activo cinco horas, pero fueron suficientes para conocer cómo era la superficie del satélite saturniano y comprobar que no había actividad eléctrica.
Para conmemorar el hito tecnológico que supuso su aterrizaje, los expertos de la y ESA implicados en la misión se han reunido en Barcelona, como homenaje al astrónomo catalán Josep Comas y Solà, quien descubrió la atmósfera de Titán a principios del siglo XX.
La sonda fue lanzada hacia Titán, junto con el orbitador 'Cassini', en 1997 y aterrizó en su destino el 14 de enero de 2005. Su objetivo era explorar la atmósfera y la superficie de la mayor luna de Saturno, si bien no se había garantizado que sobreviviera al impacto del aterrizaje. Bastaba con que llegara y, de hecho, sólo tenía batería para unas horas.
Sin embargo, y para sorpresa de todos los implicados, 'Cassini' pudo hacer su seguimiento durante tres horas, a las que se añadieron otras dos más desde Tierra. "Esas cinco horas, antes de que dejara de funcionar, fueron muy fructíferas. Envió 350 imágenes, prácticamente iguales, en las que se ve que cayó en un barrizal de metano. Y también se observa cómo el horizonte hierve, debido a la evaporación tras el contacto con el calor de la sonda".
Así lo recuerda José Juan López, astrónomo del Instituto de Astrofísica de Andalucía y responsable de la participación española en uno de los seis instrumentos que Huygens llevaba a bordo. "En concreto, se trataba del sistema PWA-HASI, para estudiar la estructura eléctrica de la atmósfera. Gracias a él, se descubrió que en Titán no hay ni relámpagos ni truenos; no había actividad eléctrica", explica el experto.
Un satélite parecido a la Tierra
La cuestión no es baladí. El interés en colocar una sonda en Titán se justificó en que es el astro dentro del Sistema Solar más parecido a la Tierra de hace 3.500 millones de años. Pero hay diferencias: recibe 100 veces menos energía del Sol, porque está mucho más lejos, y su estado nunca evolucionará.
"Aún así, es como ver la atmósfera terrestre del pasado. Queríamos saber si había actividad eléctrica porque puede ayudar a tener una química orgánica compleja, casi biológica, pero no la hay. Además, gracias a 'Huygens' conocimos la superficie, invisible a nuestros ojos porque su atmósfera es muy densa", comenta el astrónomo andaluz.
Durante la corta actividad de la sonda también se comprobó que había grandes concentraciones de metano en Titán, tras analizar el barro sobre el que aterrizó. 'Cassini' confirmó que existen lo que parecen lagos de este elemento líquido, y también una red fluvial. Pero, lo más importante, recuerda López, fue el hito tecnológico sin precedentes de enviar un objeto tan lejos de la Tierra.
En el encuentro de Barcelona no sólo se hace balance estos días de lo logrado, sino que también se plantearán propuestas nuevas sobre el envío de otra sonda a Titán o a Encélado, otra luna de Saturno; en este caso se diseñaría para que aterrizase y estuviera activa más tiempo. Pero no será a corto plazo. Ahora, la NASA y la ESA planean enviar sondas a otros satélites más cercanos, los de Júpiter.
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